La tecnología nos acerca a las personas rompiendo la distancia, pero el abuso de la tecnología podría provocar severos problemas de salud física en las generaciones futuras. La sobreexposición en las redes sociales y en Internet hace que cambie nuestra mente, pero poca cuenta le echamos a nuestro cuerpo.
El estado físico es el reflejo del mal uso de la tecnología, sumado a malos hábitos de vida. Vamos a decirte los posibles efectos nocivos de la tecnología en tu cuerpo a corto y largo plazo.
Redes sociales y salud mental: Una relación complicada
Problemas musculoesqueléticos
Los especialistas llevan décadas diciendo que nos sentemos de manera correcta, pero da igual la edad que tengamos, que nos sentamos de cualquier forma. De hecho, mientras escribo esto he corregido mi postura.
La tecnología nos ha acercado a cada rincón del mundo, ha roto la barrera de la distancia, ha favorecido el trabajo, ha ayudado a ganar dinero, pero también, nos ha hecho esclavos y es que tras un rato largo en la silla frente al PC o en el sofá frente al móvil o la Tablet, el cuerpo tiende a acomodarse y adquirimos posturas un tanto… extrañas.
Cuando pasamos de los 30 tenemos que hacer ejercicios para corregir la postura si no hemos sido conscientes en los años anteriores, ya que las consecuencias van llegando como dolores de espalda, andar encorvado, tendinitis, vertebras desplazadas, etc.
El abuso de la tecnología nos da estos resultados. Por ejemplo, daño en los pulgares (tendinopatía de Quervain) y en las muñecas por el abuso del teléfono móvil, dolor de espalda baja por estar sentados frente al pece más de 4 horas sin movernos, dolor de cuelo por mala postura, etc.
Según una investigación de la OMS junto a científicos e investigadores de diferentes áreas, dieron a conocer a Mindy un humano del futuro que reflejaba la evolución física de nuestra raza debido al abuso de la tecnología.
Tendremos un cráneo con más volumen, pero un cerebro más pequeño, la espalda encorvada y las manos en forma de garras. No gustó nada este modelo de ser humano presentado en 2011. Aún estamos a tiempo de cambiarlo.
Fatiga visual
Los problemas oculares son una realidad y van en aumento, tal y como indican multitud de expertos. La fatiga visual es el menor de los problemas a los que nos enfrentamos, ya que los efectos nocivos de la tecnología afectan a la calidad de nuestra visión.
Aparte de la fatiga visual, también aumentan los casos de miopía y de vista cansada. Son problemas habituales a partir de los 45 o 50 años de edad, pero lo grave de la situación es que el proceso de desgaste se está acelerando y cada vez hay más jóvenes con estos problemas de visión.
A su vez, estos problemas de vista desembocan en cefaleas, mareos, náuseas, malestar, etc. Al final es un problema que desemboca en otro y en otro, tal y como veremos en este recopilatorio de efectos nocivos de la tecnología en el cuerpo humano.
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Degradación de la audición
La audición también se ve y se verá afectada por el abuso de la tecnología, sobre todo en aquellas personas que usen auriculares muy a menudo y excedan el volumen. Los expertos recomiendan no usar auriculares intrauditivos o in ear, sino de diadema o incluso auriculares craneales.
A su vez, los expertos en salud auditiva recomiendan no usar los auriculares más de 60 minutos seguidos al día y que deben usarse a niveles bajos. A máximo volumen un máximo de 5 minutos, ya que los daños por el uso de estos dispositivos no son automáticos, sino paulatinos, y están aumentando los adultos con problemas de audición a partir de los 50 años.
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Sedentarismo
La tecnología ha hecho que pasemos de estar fuera de casa varias horas a no salir de ella en varias horas o días. Desde la comodidad de tu móvil, Tablet o PC puedes pedir comida a domicilio, puedes ver series y películas en Netflix, HBO Max, Disney+, y otras plataformas. También puedes aprender idiomas, hacer amigos, dar clases, jugar, dibujar, leer, aprender recetas, etc.
El mal uso de la tecnología favorece el sedentarismo, y eso unido a malas posturas, dan como resultados problemas de salud física, dolores crónicos, lesiones, y otros escenarios nada agradables. La tecnología es muy agradecida, pero hay que saber usarla bien y no dejar que nos consuma.
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Insomnio
De la misma forma que el sedentarismo es parte de los efectos nocivos de la tecnología, el insomnio también lo es. El insomnio surge cuando se rompe el ciclo natural del sueño, es por esto que muchos médicos y expertos recomiendan alejarnos de las pantallas una hora antes de dormir. Podemos cambiar una pantalla digital con luz azul por un lector electrónico de tinta digital, o, mucho mejor, un libro de papel.
Podemos usar música relajante, podemos hablar y conversar con amigos, pareja o hijos, quedarnos a oscuras y relajados, etc. Todo esto favorece las conexiones cerebrales adecuadas para entrar en proceso de sueño liberando melatonina y consiguiendo un descanso pleno.
Predisposición a otras enfermedades
Como hemos visto, los efectos nocivos de la tecnología son muy variados y afectan a todo el cuerpo a corto y largo plazo, pero existen procesos encadenados que viene propiciados por malos hábitos de vida como una mala alimentación y la falta de actividad física.
Algunas de esas enfermedades son la diabetes o problemas cardiovasculares que empiezan por el colesterol o la hipertensión. En el peor de los casos tenemos el cáncer y es que los malos hábitos de vida como la falta de vegetales y alimentos saludables y la actividad física aumentan las probabilidades de sufrir algún tipo de cáncer en la edad adulta.
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