Smartphones, smartwatches, smarthome… En el proceso evolutivo del ser humano, todo ha dejado de cumplir funciones básicas y se ha llenado de sofisticación e inteligencia: la vivienda, la comida… Y el vestido. Vivimos en la época de lo «smart», y de esta forma, más allá de protegernos de las inclemencias del clima, la ropa se convirtió en un complemento de nuestra personalidad y demostración de status; pero ahora el asunto va más allá: Ahora la ropa puede ser inteligente.
¿Ropa inteligente? Pues sí. Con el boom de “smart clothes” estamos en presencia de piezas y accesorios con materiales muy ligeros que captan información de nuestro organismo, y dan respuesta en función a la misma. Estas prendas llevan control de nuestra salud, sirven como GPS, enfrentan el sudor, se adaptan a las temperaturas externas e internas, etc.. En muchos casos, los datos son enviados a nuestro ordenador, o al móvil, creando estadísticas, proyecciones, etc..
Aunque se han desarrollado inicialmente para el deporte, esta tendencia se está extendiendo a la ropa para el común de los mortales. Ya podemos ver publicidad ofreciendo un sinfín de estas piezas de ropa inteligente: almohadas, franelas, pijamas, calcetines, zapatos, pulseras, relojes, anillos, etc.)
Ropa inteligente y conectada
Dentro de esta nueva tendencia futurista los calzoncillos no se han escapado. Ya varias empresas y marcas a nivel internacional (Tommy John, VyLyV, Xiaomi, etc.), están más preocupadas en las posibilidades tecnológicas de esta prenda, que en las estéticas como en otrora.
Los nuevos calzoncillos inteligentes están siendo desarrollados con materiales de acción-reacción termostática (algo importante para efectos de la fertilidad), son antimicrobianos, y optimizan el paso del aire favoreciendo el buen olor… mientras que ya se anuncia el desarrollo de nuevos calzoncillos, que por su diseño y materiales, ejercitan los músculos pélvicos para mejorar el rendimiento sexual…
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¿El futuro de la moda está en los calzoncillos con sensores? Pues no… pero ya está claro que en este boon de ropa inteligente, la industria de la moda no dejará ninguna prenda excluida.
¿Hay algo malo en esto? En principio no. Todo parece apuntar a más confort, y salud. Pero… bueno, sabemos que “Big Brother” se entera de todo, y ahora también lo hará de “esa parte” de nuestra vida. ¿Será que mejor seguimos vistiendo ropa menos lista? He allí el dilema…
