Los coches voladores ya no serán producto de nuestra imaginación pues, SkyTran los pondrá en funcionamiento a partir de 2016, en la ciudad de Tel Aviv, Israel. El servicio de transporte público de esta capital pondrá a disposición de los usuarios esta nueva forma de viajar, mediante vehículos que avanzarán por levitación magnética.
Con más de 6 metros de altura por encima de las vías de tránsito terrestre, una red de rieles hará volar a las pequeñas cápsulas – taxis voladores – que tienen capacidad para dos personas. El viaje se llevará a cabo a unos 70 km/h –aunque podrían hacerlo a 240 km/h- y empleará una tecnología de levitación magnética, llamada Maglev.
Es necesario resaltar que literalmente volarán, porque aunque vayan conducidos a través de un riel, estos pequeños vehículos no estarán enganchados sino que utilizarán sus imanes y flotarán, ayudados también por bobinas de inducción aérea. El trayecto promete ser tranquilo y sin sobresaltos, facilitando a los pasajeros llegar a su destino sin tener que lidiar con el molesto tráfico, ni con los semáforos.
Bastará que los usuarios acudan a la estación más cercana de esta red y soliciten una “cápsula”, a través de su Smartphone.
Los costos de fabricación, instalación y mantenimiento del SkyTran son bajos, según sus creadores, lo que hace más factible para las ciudades hacer esta inversión, que incluye no solo los beneficios en materia de tránsito, sino que también es protectora del medio ambiente, pues los taxis no utilizan combustible.
Se espera que en próximos años, se aplique esta sorprendente invención en países como, Francia, India e Indonesia.
Coches voladores del futuro
En Japón ya se han hecho pruebas de estos sistemas de transporte SkyTran, con tecnología maglev. En 2014, se ensayó con el Yamanashi, que de acuerdo con un reporte de El Comercio, de Perú, es el tren de pasajeros más rápido del mundo.
“Alcanza velocidades de 500 kilómetros por hora y que se basa en levitación magnética. Funcionará en menos de 10 años y unirá en tiempo récord las ciudades de Tokio y Nagoya.”