¿Solución para la calvicie? Ya es posible imprimir pelo en 3D

Nuevas noticias sobre impresión 3D nos llegan casi todos los días. Las soluciones que se han creado con esta tecnología están relacionadas con todo tipo de áreas y especialidades y ahora resulta que con ella también es posible fabricar pelo de plástico.

Nuevas noticias sobre impresión 3D nos llegan casi todos los días. Las soluciones que se han creado con esta tecnología están relacionadas con todo tipo de áreas y especialidades y ahora resulta que con ella también es posible fabricar pelo de plástico.

Sí, en caso de que necesites con urgencia un pelo postizo o inclusive un pincel nuevo, obtenerlo será posible gracias a la impresión 3D. Un grupo de investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon en Estados Unidos crearon un método con el que pueden fabricar pelo de plástico usando impresoras 3D.

Los investigadores han llamado a esta nueva técnica «pelofabricación», la cual funciona de una forma parecida a lo que pasa cuando alejas una pistola de silicón caliente de un objeto con el que ha estado en contacto. Aunque por lo general las impresoras 3D utilizan metal o plástico como sustrato y trabajan añadiendo una capa encima de otra, según las instrucciones dadas por un software de modelaje.

Para crear el pelo, los investigadores instruyen al cabezal de la impresora 3D, que es la parte de la máquina que se encarga de crear las capas del substrato, para que salpique la superficie de un modelo con una pequeña pelotita de plástico fundido. De esta manera, en vez de añadir otra capa como se haría en el proceso normal, el cabezal se aleja, por lo que se forma un hilo plástico fino y suave entre el cabezal de la impresora y la superficie del modelo.

Al repetir este proceso, es posible formar una mata de pelo o unas cerdas de cepillo. La longitud y el espesor de la creación son determinados por la distancia y la velocidad en que se aleja el cabezal de la superficie.

Gracias a que las impresoras 3D pueden costar menos de 200 euros, se ha ampliado el potencial del público de diseñar y fabricar objetos. Los investigadores esperan que esta técnica posibilite la impresión en 3D de varias cosas, que van desde las más frívolas como troles con pelo de punta o cosas tan útiles como cepillos.

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