El amor en el siglo XXI: ¿La tecnología ha matado al romance?

Las nuevas tecnologías no solo han transformado nuestra manera de consumir sino también la manera en la que vemos el mundo y eso incluye la manera en la que nos relacionamos con otros.

«Más que los besos, son las cartas las que unen las almas». Si el poeta inglés John Donne hubiese vivido en este siglo XXI quizá le habría mandado esta frase a su amada por Whatsapp o se lo habría escrito en su muro de Facebook. O quizá simplemente no la habría pronunciado nunca porque en esta era todo suena “cursi”.

Hoy día el romance parece ya no existir, o al menos no de la misma forma que antes, y sin duda alguna, la tecnología es responsable de ese cambio.

Las nuevas tecnologías no solo han transformado nuestra manera de consumir sino también la manera en la que vemos el mundo y eso incluye la manera en la que nos relacionamos con otros. En el pasado la principal forma de comunicarse era a través de cartas y las personas debían esperar días e incluso meses para tener noticias de sus enamorados, dependiendo de que tan lejos estuviesen el uno del otro.

Hoy día, esto suena absurdo. En la era de las comunicaciones instantáneas solo debemos coger el móvil o el ordenador y listo, la comunicación fluye en cuestión de minutos o segundos. Así que es lógico que en el mundo moderno las relaciones sentimentales tengan una forma muy diferente de llevarse.

Romance Express

Vivimos en una era moderna, abierta, en la que sentimos la necesidad de soltar las costumbres del pasado, esas ataduras que nos decían cómo vivir la vida y disfrutarla. La rapidez y la facilidad con la que nos comunicamos ha colaborado con este cambio y la mayoría de las personas ahora van directo al punto, sin rodeos y sin mucha espera: me gustas, no me gustas o solo tengamos sexo. Tanto es así que esta nueva cultura ha sido llamada la generación de Hook up, personas que supuestamente viven sin complejos y que se salen de una relación con la misma rapidez con la que empiezan una.

La magia de la seducción parece haber quedado en el pasado porque las personas hoy en día prefieren los encuentros fugaces y las relaciones sin preámbulos ni vínculos emocionales. En el pasado todo era cuestión de intercambiar números, ir a cenar o al cine para posteriormente decidir acostarse con alguien y o comenzar una relación sentimental con esa persona.

En el presente eso no es necesario porque para acostarse con alguien ya no hay que pasar por esos trámites. Ahora todo este protocolo ocurre después pero solo si la persona merece la pena para algo más que una noche de pasión.

Móvil para ligar y stalkeo por amor

La dinámica de las relaciones ha cambiado por completo porque las nuevas generaciones han crecido de la mano de la tecnología y los aparatos electrónicos son prácticamente una extensión de su vida y por lo tanto una herramienta imprescindible.

Según una encuesta realizada por Tuenti Móvil el 60% de los jóvenes usa el móvil para ligar, más de la mitad de estos lo hace a través de redes sociales y Tinder está captando actualmente a 4500 usuarios nuevos al día solamente en España.

El Internet nos ha dado un acceso sin precedentes a la vida de las personas y casi cualquier cosa está al alcance de un clic. Al menos el 90% de nosotros admite haber “stalkeado” a su ex por las redes sociales y un 60% admite haberlo hecho con la persona que le gusta. Esto puede ser catastrófico sobre todo si la persona en cuestión es una potencial pareja porque la información que obtenemos rara vez satisface nuestra curiosidad y causa más ansiedad. También podemos llegar a descartar a una persona por algo que no sabemos bien o que hemos malinterpretado.

Si bien es cierto que podríamos creer que las redes sociales nos conectan más con las personas, también podría alejarnos. Es decir, basta con echarle un ojo al perfil de Facebook de una persona para conocerla: sabrás qué peliculas le gustan, qué libros, sus pasatiempos, si sale de fiesta, si no lo hace y un sinfín de cosas más que te pueden decir muchas cosas sobre su personalidad y estilo. A partir de allí comienzas a pensar en que tan compatibles podrían ser y si te interesa o no conocerla. Eso sin duda arruina la vieja dinámica de conocer poco a poco a una persona.

Entonces, ¿qué nos queda?, ¿qué tanto ha arruinado la tecnología el romance y las relaciones? Para no ser pesimistas solo debemos entender que en esta era el amor parece funcionar de una forma distinta y aunque parezca una locura, a pesar de que la tecnología ha cambiado nuestra forma de comunicarnos, las personas siguen conociéndose y enamorándose.

Como lo dijo el rockero Pat Benatar, “el amor es un campo de batalla” y puedo apostar que en este siglo XXI lo sigue siendo. No importa si no hay romance o hay poco, o si no hay llamadas a medianoche o cartas de amor, no importa si solo se hablan por mensajes o por las redes sociales, finalmente si hay una conexión real entre dos personas, lo más probable es que terminen juntos. Quizá no sea para siempre pero ser románticos tampoco nos garantiza eso ¿o si?

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