Con este biosensor magnético se detecta el cáncer de mama más agresivo

Producto de las investigaciones de la Universidad Complutense de Madrid, es este biosensor magnético es capaz de determinar, en poco tiempo, si un paciente padece el cáncer mama de peor pronóstico.

Científicos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en colaboración con el Centro de Investigaciones Biológicas y el Hospital Universitario de Getafe, han diseñado y probado un biosensor magnético electroquímico con el que es posible reconocer si un tejido es sano o con tendencia a producir el cáncer de mama más agresivo.

De acuerdo con una publicación realizada por la revista Bionsensors and Bioelectronics, la herramienta ya ha sido probada en pacientes con cáncer de mama y ha obtenido buenos resultados, puesto que en solo 15 minutos es posible obtener un diagnóstico.

¿Cómo funciona?

Por lo general, según se ha documentado, los pacientes con cáncer de mama triple negativo -el más agresivo- tienen niveles bajos de de la molécula miR-205. En su estado normal, esta molécula previene la proliferación de tumores pero si no se desempeña correctamente puede permitir la expansión de la enfermedad. Adicionalmente, la molécula miR-21 (generalmente asociada al cáncer de mamá) se convierte en un oncogen que, en pocas palabras, transforma las células normales en malignas.

El biosensor magnético, mediante un protocolo sencillo y automatizable, es capaz de cuantificar por separado estas dos moléculas o microARN (un tipo de ácido ribonucleico que se encuentra en las células y el torrente sanguíneo)

El catedrático del departamento de Química Analítica de la UCM y uno de los autores del estudio, Juan Manuel Pingarrón, cree que la identificación de las mencionadas moléculas, de manera simultánea, llevaría a la fácil conclusión sobre la presencia o no de un cáncer triple negativo.

“Los resultados podrían emplearse con fines de cribado para diferenciar entre tejidos tumorales y no tumorales, o para complementar la información obtenida de forma convencional, mejorando la fiabilidad del diagnóstico”, ha asegurado Pingarrón.

Por otro lado, su colega y coautora de la investigación, Susana Campuzano, ha explicado que “aunque solo se dispone del dispositivo implementado en el laboratorio, las pruebas realizadas en muestras reales demuestran que el sensor está listo para entrar en funcionamiento”.

Los científicos aseguran que esta innovación podrá usarse más adelante para diagnosticar otros tipos de cáncer y otras enfermedades, tales como Alzheimer, Diabetes, problemas cardiovasculares e infecciones virales.

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