Nepal ha sufrido el peor terremoto en 80 años, el cual ha dejado una cifra de más 10 mil muertos. La decadente infraestructura del país asiático ha llegado a su punto de quiebre y primera necesidad en este momento es rescatar a aquellos que han quedado atrapados entre los escombros. Sin embargo, los helicópteros comienzan a hacerse escasos, por lo que se ha pensado que los drones podrían jugar un papel fundamental para la respuesta de socorro en este desastre natural.
Sí, tal parece que estos vehículos aéreos no tripulados (UAV) podrían traer grandes beneficios ya que con sus cámaras podrían hacer recorridos de zonas para dejar los helicópteros para las misiones de rescate. Los drones son valiosos de distintas maneras. Un vídeo captado con estos aparatos de la devastación en Kathmandu ha demostrado su importancia como herramienta para contar historias.
Los drones también son útiles para recolectar información y hacer mapas sobre las zonas de desastre. Los UAV son herramientas complementarias ya que los estudios con las tácticas tradicionales como con aviones tripulados o imágenes satelitales pueden tardar más tiempo, además de ser más difíciles de llevar a cabo debido al terreno. Los drones pueden recorrer entre cinco y diez kilómetros cuadrados en cuestión de horas y mostrar los resultados con una alta resolución.
El tiempo es otro factor importante: los drones pequeños pueden moverse debajo de la capa de nubes que dificulta la visibilidad de las imágenes de satélite, un problema particular en Nepal donde las condiciones climáticas han dificultado la recopilación de imágenes satelitales después del desastre.
Los drones que se están usando en Nepal han llegado de todas partes del mundo. India, por ejemplo, ha anunciado el envío de estos a la zona de desastre y la organización canadiense de caridad GlobalMedic ya ha enviado uno que ha comenzado a volar sobre las áreas afectadas. Otros equipos internacionales de pilotos de aviones no tripulados también se dirigen a Nepal, donde se llevarán a cabo reconocimientos aéreos de las áreas calificadas como prioridad por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios y la UNICEF.