El iPhone 5C no lo compra ni Dios: ¿iPhone lowcost o iPhone hortera?

“Jamás vamos a hacer un iPhone barato… no estamos en el negocio de la basura… no vamos a perder el sueño compitiendo con otros”, son algunas de las frases que Tim Cook ha dedicado al tema del iPhone 5C.   Y es que, con apenas meses de vida, el colorido dispositivo está en la mira […]

“Jamás vamos a hacer un iPhone barato… no estamos en el negocio de la basura… no vamos a perder el sueño compitiendo con otros”, son algunas de las frases que Tim Cook ha dedicado al tema del iPhone 5C.

 

Y es que, con apenas meses de vida, el colorido dispositivo está en la mira de la compañía bajo amenaza de recortar su producción a la mitad… ¿La razón? No se vende bien.

 

Aunque Tim diga que no, la gente esperaba un iPhone “low cost” que nunca llegó. Apple, en cambio, nos entregó un cuerpo plástico de colores imposibles, sólo unos 100 euros más barato que el tope de línea y que hace lo que haría un iPhone-mini si existiera… ¡Momento! ¿Es que Apple decidió lanzar un iPhone-mini sin tener el valor de decírnoslo?

 

José Enrique Finol, experto en semiótica, asegura que en «la cultura del color permea toda la vida social contemporánea, desde la estética hasta las relaciones étnicas, desde la política al comercio, pasando por el deporte y la religión».

 

Podríamos inferir que Apple quiso distinguir su móvil “barato” haciéndolo rosa, verde, amarillo y azul, a diferencia de sus emblemáticos blanco, negro y plata en un intento por masificar una marca que vive de su fama de exclusiva, lo cual no sólo es contradictorio sino que cae por su propio peso por el precio del equipo y el rechazo de la gente. Eso es especulación. Lo que sí es cierto es que el iPhone 5C llega a casa de su comprador en sólo 24 horas, mientras que su hermano, el 5S, cada vez más tiende a agotarse.

 

Para gustos los colores… ¿Pensaría eso el tío Jobs?

Érase una vez Steve y esas frases suyas que marcaron el rumbo de Apple por años: El inalterable tamaño del iPhone, su balance entre blanco, negro y plata, la pulcritud del diseño que valía más que cualquier prestación.

 

Eran tiempos en que Apple era cosa de iniciados, algo que no cualquiera sabía apreciar. Entonces tenía sentido pagar más por algo que incluso funcionaba menos, como el memorable iPhone 4 cuya antena era inútil a menos que se sostuviera de determinada manera…

 

A dos años de la muerte de Jobs, las cosas en Cupertino han cambiado, primero con meros ajustes, como anunciarse en los massmedia, y luego con giros descabellados como mapas desquiciados y lo último: Un móvil que surgió pretendiendo masificar la marca a través de una disparatada selección de colores que, no sólo no se corresponden con el estilo al que Apple nos tiene acostumbrados, sino que parece una imitación desesperada de Nokia Lumia, perfecto para un “bitch stole my look” tech.

 

Y es que, ante los vientos de decadencia que soplan en Cupertino, sólo podemos callar y mirar: Si en el mundo tech hay celebs, Apple es una de ellas, sin ninguna duda, y el iPhone 5C, al no dejarnos oportunidad de alabarle por sus prestaciones, nos sirve al menos para hacer un divertido ejercicio de observación: ¿A qué famosa le pega cada uno de los nuevos y coloridos vástagos de Cupertino?

 

¿Lowcost en Cupertino?

Los de la manzana están reduciendo costes, eso está claro. El iPhone 5C, el de colores, es la mejor prueba de ello al estar hecho en plástico, tener un chip y cámara menores, entre otros atributos, con respecto a su compañero de lanzamiento.

 

Tim Cook lo defiende pidiendo que no se le llame “low cost” porque es igual a modelos anteriores, pero no es fácil engañar a quienes han interactuado con antiguas versiones y sentido las diferencias en los materiales empleados para su construcción. Este iPhone es “barato” porque luce “barato” aunque a Tim Cook no le guste y aunque no lo digamos precisamente por su precio.

 

Además, precisamente la relación entre materiales, rendimiento y precio de este equipo dispara las alarmas de un low cost en Cupertino que solo les beneficia a ellos. Este teléfono de plástico ha sido sometido a un benchmark independiente por parte de Which y ha quedado para compartir el podio de las versiones “mini”, muy lejos de los equipos punteros en cuyo rubro, por cierto, ha quedado rey su hermano, el iPhone 5S.

 

Entonces, ¿de qué estamos hablando cuando hablamos del iPhone “Lumia” que comparte a la fuerza con Nokia su peculiar colorido?

 

Hablamos de un móvil cuyo rendimiento se asemeja al Samsung Galaxy S4 Mini y al HTC One Mini a los que aventaja tanto en resultados como en precio: Mientras el mini más pequeño de la surcoreana se puede comprar en España por unos 320 euros, el HTC One Mini y el iPhone 5C comparten el desfase de valer entre 400 y 500 euros, precio adecuado para los gama alta que no son.

 

¿Dónde está la masificación y el ahorro al que supuestamente invitaba Apple entonces? Si no es en la capacidad de las personas para hacerse con sus desarrollos sin tener que hacer un gran desembolso, la cosa luce muy confusa.

 

Será, quizás, que la base de todo esto es creer tener como máxima que el iPhone no valdrá nunca menos de 500 dólares, pero el mal gusto siempre será gratis.

 

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