La líder en servicio de taxis Uber, ha anunciado una nueva alianza con la Universidad de Arizona, enfocada al desarrollo de mapas inteligentes para coches autónomos, a través de lentes capaces de optimizar las imágenes y con ello incrementar la seguridad.
Según reportes, el acuerdo, además de impulsar el trabajo mancomunado entre los expertos de Uber y los investigadores de la mencionada casa de estudios, abarca el permiso para probar esos coches autónomos en la ciudad de Tucson, así como la donación de 25.000 dólares al departamento de Ciencias Ópticas de la Universidad, por parte de la compañía.
De la misma manera, se ha conocido que este proyecto podría ser un abreboca significativo de Uber en su propósito de desarrollar su propia flota de coches autónomos. Todo esto, teniendo en cuenta que la compañía ya ha dado señales de ello desde hace tiempo, apostando por hacerse con organizaciones y personas diestras en sistemas de mapeo.
Coche conectado
Definitivamente los coches autónomos están más cerca de lo que pensamos, y más aún si hablamos de coches conectados o inteligentes, porque es público y notorio que las líderes Google y Apple están en plena batalla para lograr el poderío en el ámbito del coche del futuro.
Y es que en tanto una hace alarde con su Android Auto, la otra lo hace con su CarPlay, respectivamente; ambas, plataformas cuyo destino es una pantalla dentro del automotor para ofrecerle al usuario la posibilidad de mantenerse activo en el entorno de su móvil mientras conduce.
En ese sentido, merece la pena citar a otras líderes; algunas de ellas, Samsung que sumado a la apuesta por la app Mutua para monitorizar el modo de conducción, está trabajando con Seatpara cristalizar una interfaz acorde; Ford, que además de ya ofrecer un sistema que puede interactuar y decir más de 10.000 vocablos, está desarrollando una tecnología que aleje al conductor de cualquier distracción; y BMW, que aparte de estar incorporando tecnología de Samsung a sus vehículos, reveló a principios de año una innovadora propuesta con la que el usuario desde su reloj puede llamar al vehículo para que vaya hacia él.
Vale aclarar que no se trata de un coche autónomo, sino de uno bien dotado capaz de responder a diversas necesidades de quien lleva el mando, a través de aplicaciones, con supremacía, aquellas basadas en asistentes virtuales que marchen –por supuesto- mediante comandos de voz.
Equipo de redacción de GizTab