En la película Alita: Angels of Battle, los humanos mejoraban con piezas robóticas. Lo cierto es que la idea de que el ser humano pueda integrarse con máquinas, ordenadores u otro tipo de tecnología para seguir adaptándose al progreso es cada vez más real.
¿Te apasiona la ciencia ficción? Si es así sigue leyendo. A continuación hablaremos sobre los avances que se han conseguido en la integración hombre – máquina y qué nos depara el futuro. ¿Seremos ciborgs en 2030?
¿Qué significa ser un ciborg o cyborg?
La palabra Cyborg proviene del inglés. Es un acrónimo que significa organismo cibernético, por Cyber o cibernético y organism u organismo. Se trata de un ser vivo compuesto de elementos orgánicos y de dispositivos tecnológicos, normalmente con el propósito de que mejoren sus capacidades o habilidades.
Este tipo de criatura cibernética ha sido parte de la literatura y películas de ciencia ficción, desde los cómics hasta las grandes producciones cinematográficas. Esto es lógico, el ser humano siempre ha soñado con superar sus limitaciones, por ejemplo, quería volar o viajar al espacio y lo logró.
Parece que el siguiente avance en la capacidad del hombre para utilizar la tecnología a su favor tiene que ver con integrar dispositivos tecnológicos en su cuerpo. Ya desde hace tiempo existen avances en esta dirección. Sin ir más lejos, con el uso de las prótesis robóticas que sustituyen miembros como piernas o brazos.
También hay personas que tienen huesos artificiales dentro de su cuerpo, como caderas, rodillas, o incluso placas de acero en ciertas secciones del cráneo. Sin embargo, estas prótesis aún no se pueden controlar con el cerebro, ya que responden a movimientos biomecánicos o a sensores que detectan impulsos de los músculos.
¿Seremos cyborgs en 2030?
En 2017, Elon Musk afirmó que para que el ser humano siga siendo importante en un mundo cada vez más digital tiene que convertirse en cíborg. Argumentó que los robots serán cada vez más avanzados y que eso afectará al mercado laboral, por lo que los humanos tendrán que mejorar sus habilidades biológicas.
Para lograrlo, se podrían utilizar dispositivos o neuroprótesis para mejorar la memoria, el aprendizaje, la capacidad de cálculo, o para solucionar otros problemas rápidamente. Quizá sus afirmaciones parecían un tanto alejadas de la realidad, pero actualmente las interfaces cerebro-máquina se están estudiando y desarrollando para aplicaciones en humanos.
No podemos afirmar que seremos ciborgs en 2030, pero está previsto que para el 2023 se utilicen chips cerebrales de Neuralink en humanos. Ese tipo de interfaces cerebro-máquina se conocen como brain computer interfaces o BCI, y hay dos compañías que están adelantadas en este campo: Neuralink y Paradromics.
Neuralink fue fundada por Elon Musk, CEO de Tesla, Xpace y ahora de Twitter. Por su parte, Paradromics la fundó el Dr. Matt Angle, un científico que estudió en el Instituto Max Planck de Investigación Médica de Alemania e hizo un postdoctorado en la Universidad de Stanford.
Estas y otras empresas lanzarán productos que permitirán que los pacientes con enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica y otras discapacidades puedan recuperar funciones motoras. Gracias a estos implantes cerebrales, las personas con este tipo de diagnóstico podrían tener la posibilidad de curarse, y los ciegos, sordos o mudos recuperar sus facultades con tecnología.
Por ejemplo, la compañía Neuralink asegura que sus implantes resolverán problemas de salud como pérdida de memoria, ansiedad, depresión o adicciones. Asimismo, hay personas que se implantarán chips bajo la piel para pagos sin contacto, abrir puertas electrónicas o para fichar en la oficina.
Ejemplos reales de personas que han mejorado con la tecnología
Neil Harbisson
Es la primera persona reconocida oficialmente como ciborg. Vive en Reino Unido y tiene una antena implantada en el cráneo que le permite identificar colores.
Además, con la antena el artista británico puede recibir mensajes, llamadas e imágenes, y como está conectada con satélites, tiene acceso a Internet.
Rob Spence.
Es un cineasta canadiense que tiene en la cuenca del ojo derecho una cámara que transmite a un monitor las imágenes que capta en tiempo real.
Periodista de tecnología.