Muchas veces se ha hablado de la relación entre robots y trabajo: ¿Es verdad que los robots pueden robarnos el empleo? Ya ha pasado en grandes industrias, y quizá no sea tan raro, en ciertas profesiones, en el mundo post COVID-19. El Coronavirus llegó para cambiar muchas cosas, y mientras no haya vacuna, el distanciamiento social parece ser la clave. Entonces se abre una ventana a un mundo donde las interacciones entre las personas se deben reducir por temas sanitarios, y los robots podrían tomar puestos claves que hasta ahora nos parecían ciencia ficción: Un robot camarero, un robot enfermero, un robot peluquero… Existen, solo que aún, quizás, no les habíamos tomado tan en serio y no pasaban más allá de protagonizar una noticia curiosa.
Una investigación realizada por McKinsey vaticinaba que en el año 2030 los robots robarán el empleo a unos de 800 millones de personas. Parecía un disparate, pero tal vez ya no tanto. Hace tiempo conocimos un proyecto que usaba robots cuidadores para atender a ancianos en Japón, y más recientemente un robot enfermero que luchaba contra el Coronavirus en China. Vamos, que la medicina no estaría exenta de estos nuevos personajes. Por tanto, me he preguntado ¿podríamos vivir en un mundo robotizado post COVID-19?
En la llamada «nueva normalidad», la que viviremos cuando se vayan flexibilizando las cuarentenas que nos obligan a permanecer confinados en casa la mayor parte del tiempo, pero mientras aún no tengamos una vacuna o tratamiento efectivo al Coronavirus, no habrán tantos abrazos. Y podríamos pensar que si los robots van tomando protagonismo en ciertas actividades cotidianas, quizás también disminuyen algunos errores y hasta baja un tanto el estrés laboral… Aunque la cosa sería compleja porque hace poco un estudio reveló que las personas no confiamos en los robots para tareas importantes relacionadas con la salud o la seguridad, por ejemplo.
Así las cosas, por curiosidad -y un pelín de aburrimiento- he buscado algunas situaciones en las que los robots han demostrado ser eficientes en labores cotidianas, e incluso ser más humanos de lo que pensamos. En cuanto a virtudes y defectos. Y eso es lo que voy a repasar, para compartir mi asombro, y mi miedo, a continuación.
Robots vigilantes y policías
Robots en seguridad: No parece una idea descabellada, y ya se usa desde hace tiempo. Ahora, sin embargo, hemos visto que podrían ser una opción interesante, como están haciendo en Singapur, con una suerte de «perros robot» que buscan garantizar que los ciudadanos cumplan con la distancia de seguridad en los paseos por los parques, muy a lo Black Mirror, y que trabajan como puedes ver en el siguiente video de Reuters:
A Spot, el robot este que vigila los parques de Singapur, ya le conocíamos y no es novedad: Los robots existen hace mucho y hace bastante que saben hacer estas cosas. Lo que pasa es que, en el fondo, no lo hemos necesitado. Ni querido tampoco.
Que vamos, que como curiosidad está bien, pero sí que da un poco de temor ver que vivimos en un episodio de BlackMirror. Y no es un tema nuevo, que ya antes hemos conocido de robots copilotos, y en Dubai ya llevan ventaja con su robot policía particular:
Enfermeros y cirujanos
Hay robots en medicina hace mucho. Siempre trabajando como asistentes de los humanos, como Da Vinci, que seguro te suena porque es de los más famosos para las cirugías en las que se requiere precisión extrema.
Los hemos visto trabajando como robots enfermeros, como auxiliares de fisioterapia, y otros que incluso podrían sacarnos sangre o tal como haría un robot médico al recetarnos medicación.
¿Sabías que un robot dentista implantó un diente impreso en 3D? Eso sí que es tecnología para sacarnos una sonrisa.
Y más recientemente los hemos visto llegar a los hospitales a trabajar como «enfermeros» para disminuir el riesgo de contagios por coronavirus entre el personal:
Entre fogones y detrás de la barra
Es importante aclarar que aquí cuando hablamos de robots cocineros no es precisamente del robot de LIDL o de la Thermomix y sus alternativas. Aquí la cosa va de robots como aquel que servía café en un local en Tokio, un robot barista. Este androide llamado Sawyer, y diseñado por Rethink Robotics para ejecutar tareas prácticas difíciles de realizar por robots industriales, parecía muy cómodo a la hora de hacer y servir el café.
También hemos sabido de pizzerías atendidas por camareras robots, robots camareros, robots que sirven tragos, robots expertos en hamburguesas, y hasta hemos conocido a Pazzi, el robot pizzero. Igual en la Comunidad de Madrid sería más útil que nadie…
Y es Pazzi no solo hace las pizzas, sino que las hace en poco tiempo: En una hora es capaz de hacer hasta 120, es decir, una cada 30 segundos. La empresa francesa Ekim está detrás de Pazzi, y aunque la masa se realiza de forma manual, el resto del proceso es realizado por Pazzi, desde colocar los ingredientes (traídos de Italia y Francia), hasta cortarla y guardarla en su caja. ¡Todo frente a los comensales!
Educación online… ¿y robotizada?
Más allá de que la educación online haya llegado para quedarse, y que cada día sea más común ver a los profesores dar sus clases por Zoom o bien subirlas a YouTube, el tema es si nuestros docentes podrían ser sustituidos por robots.
En Japón, que van más adelantados en estos menesteres, ya han hecho la prueba y en 2018 lanzaron un proyecto para que los androides enseñaran inglés a los peques.
En la otra cara de la moneda están los robots para hacer los deberes, el sueño de cualquier estudiante. No es imposible, pero no serviría más que para engañarnos a nosotros mismos, ¿no crees?
Y en cuanto al tema docente, es un tema complejo porque un robot nunca podrá empatizar con los alumnos ni llegar a conocerles para acompañar su proceso de enseñanza y aprendizaje, por lo que parece que la docencia sería una de esas profesiones que no podrán desempeñar los robots… ¿o sí? Ya veremos.
Repartidores y mensajeros
La mensajería es uno de los servicios que más activos han estado en los últimos meses. Las empresas del sector se han reforzado y adaptado medidas de seguridad para reducir contactos y dotar a su personal de mascarillas y guantes para hacer las entregas. Sin embargo, en España no hemos visto ni un robot de reparto, cosa que en otros países, como China, se está probando desde hace tiempo.
¿Serán los robots el futuro de la mensajería en el mundo post Covid-19? Hay muchos proyectos al respecto, incluso de robots para repartir pizza. Hay de todo, incluso proyectos para usar drones en el reparto de paquetes, o robots de delivery como estos que hace tiempo aparecieron en Reino Unido:
¿Y cuándo los robots se equivocan?
Podría parecer que el mundo del futuro, con los robots entre nosotros, sería un mundo donde la excelencia está -medio- garantizada. Aunque en más de una pesadilla tecnológica se ha pensado en qué pasaría si los robots toman decisiones más allá de lo que les corresponde.
Y hasta hay casos de personas que han sido despedidas por robots… Le ocurrió a Ibrahim Diallo que lo contó todo en su blog: Un día simplemente los dispositivos con los que trabajaba (desde su tarjeta de acceso al edificio hasta su ordenador) dejaron de funcionar. Los correos electrónicos llegaban hasta las bandejas de entrada de sus jefes para indicar que él ya no pertenecía a la compañía. Desconcertados, buscaban la solución a este problema sin hallar la razón. Hasta que dieron con ella: Resulta que Diallo comenzó a trabajar en la compañía justamente durante un proceso de transición en el que tomaban el control otros propietarios y su antiguo jefe no renovó su contrato. El sistema automatizado de la empresa simplemente estaba haciendo su trabajo: “un simple error de automatización hizo colapsar todo” y ningún humano pudo detenerlo. Un aspecto muy importante a reflexionar para la seguridad laboral, sin duda. La peor parte se la llevó Diallo, quien perdió tres semanas de trabajo mientras solventaban el hecho de que fue despedido por un robot.
Sí, los robots se equivocan. Y ese es uno de los peligros de los robots. Hace tiempo supimos de un caso relacionado con robots en cirugías, en el que todo apuntaba a que un error de la máquina había causado la muerte de un paciente. Ya en los momentos en los que la Inteligencia Artificial se «ha pasado de lista» mejor no entremos, que da para un tema en sí mismo.
Robots con consciencia, ¿y sentimientos?
Eso sí, los robots son cada vez más empáticos e igual eso hace más sencillo el futuro robotizado. Hay investigaciones orientadas a enseñar a las máquinas a reconocer las emociones de las personas, y hasta «sentir». Con limitaciones obviamente. Supimos de un estudio, liderado por un científico español, para lograr una generación de robots que puedan ser multisensoriales para poder actuar de manera coherente ante lo que percibe y, de esta forma, tener una mejor interacción con los humanos y su entorno.
En cuanto a la sensibilidad se refiere también hay avances. O la consciencia, como el caso del brazo robótico que aprendió que era un robot y lo que significaba comportarse como tal.
Pero lo cierto que podría ser un amor correspondido, porque por algo se han creado robots para tener como mascotas, como el perro robot de Hasbro para acompañar a los abuelos, o los gatos robots para quiénes prefieran a los felinos, y que se pueden comprar desde 100 euros:
Enamorarse de un robot ya lo vemos más complicado, pese a que en HER, la película, se contara lo contrario, y aunque hace tiempo conocimos a Sophia, la humanoide que demostró «tener sentimientos», o al robot que aprendió a imitar reacciones humanas. Lo de tener sexo con robots tampoco es nuevo, e incluso se ha hablado de que por allí podría pasar la «prostitución» del futuro. Veremos…
Quizá sea la Covid-19 el pistoletazo de salida para la «normalización» de los robots humanoides entre nosotros. Quizá a eso se refieren también cuando hablan de la «nueva normalidad». Lo cierto es que no sean terminado de mezclar entre nosotros, pero no porque no existan ya soluciones tecnológicas que lo permitan: desde hace mucho los robots hacen muchas cosas y han demostrado estar preparados para trabajar en diversas áreas. Quizá seamos nosotros los que no estamos tan preparados para este nuevo mundo robotizado que preferimos ver en la tele que vivir cuando vamos al supermercado.
Periodista | SerieAdicta | Hispanovenezolana