Código QR

Así pueden robar tu dinero e información bancaria al escanear un código QR

A lo largo de los últimos días hemos visto decenas de noticias donde aparecían unas multas falsas en muchos coches de la ciudad de Madrid. En estas multas aparecía un código QR y es, precisamente eso, lo que ha levantado la sospecha y hasta la Policía Nacional ha tenido que salir a la palestra para […]

A lo largo de los últimos días hemos visto decenas de noticias donde aparecían unas multas falsas en muchos coches de la ciudad de Madrid. En estas multas aparecía un código QR y es, precisamente eso, lo que ha levantado la sospecha y hasta la Policía Nacional ha tenido que salir a la palestra para informar del riesgo.

Quien haya recibido alguna vez una multa por no pagar la zona azul o por alguna situación similar que no incluyese la retirada del vehículo como aparcar en zona prohibida, sabe que las multas son de doble cara.

Es decir, por un lado, la multa en sí con la información, el coste, datos del vehículo, infracción cometida, etc. y por la otra cara suele haber una letra pequeña que identifica al organismo que ha puesto dicha multa.

Pues bien, estas multas falsas de Madrid son solo un fraude porque no hay una doble cara solo hay datos pocos específicos y, aquí llega el problema, un código QR al que te invitan a entrar para pagar la multa con una reducción del 50%. Hasta aquí parece que se trata de una estafa más, pero, el debate surgió después, ¿todos los códigos QR son fraudulentos?, ¿cómo sabemos si son de fiar?, ¿cuáles son los riesgos reales?, etc.

¿Como saber si un código QR es fraudulento?

Los códigos QR son una tecnología que lleva ya muchos años entre nosotros, pero nunca se le dio tanto uso como en la actualidad. Tras la pandemia, muchos establecimientos, como bares y restaurantes, empezaron a crear códigos QR para mostrar la carta a los clientes sin necesidad de ofrecerla físicamente. Fue una medida adoptada por la hostería para reducir el contagio del Covid-19 y todo apunta a que no se va a dejar de usar.

Este tipo de códigos no son de naturaleza maliciosa o malintencionada, ya que se usan para acceder a documentos, redes sociales, webs, aplicaciones, entre otras funciones, pero en ocasiones son un arma de doble filo por eso vamos a darte algunos consejos para saber si ese código es fraudulento o no:

  • Presta atención a la URL a la que te lleva el código. Si no es la oficial, no continuar con la navegación.
  • Si vas a introducir datos privados como contraseñas o claves bancarias, has de asegurarte que se trata de la web legítima para ello puedes probar a buscar sellos de confianza e incluso acceder a la parte de abajo donde se encuentras las típicas cuestiones de «¿Quiénes somos?», «Trabaja con nosotros», «Contacto», etc.
  • Asegúrate de que los códigos QR que vas a escanear en físico no han sido manipulados. Por ejemplo, colocando otra pegatina de otro código (ese sí malicioso) encima del original.
  • No instales lectores de QR, actualmente, con solo usar la cámara del smartphone, de forma automática se realiza el escáner.
  • Si vas a realizar transacciones económicas o gestiones privadas relacionadas con bancos, documentación oficial y demás, lo mejor es introducir de forma manual la URL en lugar de escanear el QR.

¿Cómo roban tu dinero con un código QR?

Los delincuentes buscan dinero, les da igual si es de un banco, si es robándote tus credenciales de una tienda online, si es hackeando un cajero automático o si es mediante un QR que te envía a la pasarela de pago habitual de esa tienda, bar, cine, o lo que sea, pero en realidad es una web que suplanta la identidad y detrás hay un ciberdelincuente esperando que introduzcas tus datos de pago y robarte el dinero.

También, si alguien por la calle te ofrece escanear un código de estos o en algún cartel que veas colgado por la calle deberías saber que detrás puede haber intenciones ilícitas como robar tus datos privados. De esta forma, si el delincuente consigue tu contraseña y tu correo, podrá usar esos datos para acceder a otros servicios y secuestrar tu correo electrónico, tus redes sociales y hasta tu cuenta bancaria.

Hay miles de estafas, desde el SMS de Correos donde tienes un paquete parado en aduanas y debes pagar las tasas, hasta un vendedor por Wallapop que te pide una cantidad por adelantado y quiere transferencia bancaria o Bizum.

Estos son solo algunos de los modus operandi más comunes, sin olvidarnos de ese gran flechazo de amor que has sentido en Tinder y con el que llevas hablando 2 meses y de pronto le sucede una desgracia tipo (se queda sin trabajo, se muere alguien, se estropea el coche, pierde el tren, etc.) y no podéis quedar.

Tú te preguntas, ¿de verdad voy a perder la oportunidad de conocer al amor de mi vida por no enviarle 50 euros? Amiga, date cuenta. Eso es otra estafa mediante la que te van a pedir diferentes cantidades de dinero. Empezará por algo pequeño para ver si picas y terminan pidiendo varios miles de euros.

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