Google busca revolucionar el negocio móvil con `smartphones a la carta`

En la última década, los smartphones se han convertido en uno de los objetos más importantes en nuestra vida. No solo son aparatos personales sino también muy poderosos, tanto así que para muchos de nosotros ya es casi imposible imaginarnos la vida sin ellos. Las novedades dentro de la industria de los teléfonos inteligentes no […]

En la última década, los smartphones se han convertido en uno de los objetos más importantes en nuestra vida. No solo son aparatos personales sino también muy poderosos, tanto así que para muchos de nosotros ya es casi imposible imaginarnos la vida sin ellos.

Las novedades dentro de la industria de los teléfonos inteligentes no han parado desde que salieron al mercado: entre diversos modelos, tamaños, colores y funcionalidades, podría decirse que este es uno de los mercados más ambiciosos, y más cuidados por los fabricantes.

Sin embargo, pronto el mundo móvil puede cambiar para siempre: Desde Google trabajan desde hace tiempo en una idea que promete revolucionar por completo el concepto de los smartphones: El Proyecto Ara.

Ara está basado en el concepto de “Phonebloks”, ideado por el diseñador neerlandés Dave Hakkens. Se trata de smartphones creados con pequeños bloques que el usuario puede reemplazar en caso de dañarse, quedarse obsoletos o bien simplemente para adaptarse a nuevas necesidades.

La propuesta de Ara, iniciada por Motorola y continuada por Google tras la vender la empresa a Lenovo, consiste en un proyecto de hardware libre que giraría en torno a dos elementos principales: módulos y endos (esqueleto).

Los módulos se fijarían al endoesqueleto con imanes electro-permanentes, los cuales nos permitirán añadir la pantalla, procesador, memoria, conectividad, cámara y demás componentes que más se ajusten a nuestras necesidades. Además, la carcasa externa podrá ser creada con una impresora en 3D con cualquier diseño y color.

Revolución a la vista

Esta nueva forma de fabricar teléfonos cambiará, sin duda alguna, el mercado de los smartphones. Google, por su parte, solo comercializará el esqueleto y los diferentes módulos podrán ser construidos por cualquier desarrollador.

El hecho de que el usuario pueda actualizar cada una de las partes de su teléfono de manera independiente y sin tener que cambiar todo el equipo es precisamente lo que nos aleja de la forma actual de compra-venta de smartphones en el mundo.

Una de las principales ventajas de esta nueva manera de producir teléfonos es que ofrece al consumidor la libertad de configurar y armar su smartphone a placer, de acuerdo a sus necesidades y prioridades.

Así, los usuarios podrán prescindir de partes que no necesiten y comprar módulos adicionales que quieran para personalizar su teléfono, entre ellos procesadores, baterías, memorias, cámaras, sonido o cosas más exclusivas como módulo biométrico, de videojuegos, GPS, lo que quieran.

Los smartphones a la carta también podrían ser una solución para nuestros problemas de batería. Con un teléfono modular podríamos tener más de una batería instalada en nuestro dispositivo, cada una con su puerto de carga.

Adicionalmente, los teléfonos modulares podrían ofrecer una gran ventaja monetaria a largo plazo porque tendrían una vida más larga. Hoy día, los smartphones se vuelven obsoletos en cuestión de meses, debido a uno o dos componentes que son mejorados en las nuevas versiones, y su vida útil es, en general, de dos años, cuando mucho. Al cabo de este tiempo, nuestro dispositivo no solo queda desactualizado sino que es posible que comience a fallar. Así que, aunque hasta hace poco pensar en tener un mismo teléfono por cinco o seis años, más que poco probable, parecía utópico, el Proyecto Ara nos demuestra una vez más que vivimos en la era de lo posible.

Paul Eremenko, quien está al frente de la iniciativa, aseguró que el poder cambiar módulos hará que los terminales duren más, lo que permitiría, en teoría, ahorrar dinero. Asimismo, indicó que el objetivo de la empresa no es solo crear algo diferente sino representativo.

«No solo queremos crear algo que sea personalizable y único sino algo que sea expresivo, de manera que las personas puedan utilizarlo como un lienzo para contar una historia. La idea es que, durante la cena, puedas poner tu teléfono en la mesa y este se convierta en un tema de conversación durante los primeros quince minutos», dijo Eremenko.

Ciertamente el proyecto de Google no parece ser una labor fácil, ya que no solo presenta una complejidad técnica para crear un smartphone modular funcional sino también el reto de lograr atraer tanto a desarrolladores como a potenciales usuarios.

Y es que, para que esta nueva plataforma consiga éxito, va a ser necesario que terceras partes se entusiasmen con el proyecto, ya que, como mencionamos anteriormente, lo único que fabricará Google será el esqueleto. Los demás componentes como baterías, cámaras, sensores, pantallas, entre muchos otros, serán fabricados por otras compañías, las cuales se presume que decidirán involucrarse solo si están seguros de que ganarán tanto dinero como para compensar la pérdida que significará la caída de las ventas de los demás terminales.

Ara es una idea fascinante pero muy ambiciosa, que podría incluso no llegar a convencer a los consumidores. Recordemos que esta idea de aparatos modulares ya nos las han intentado vender en otras oportunidades pero en el mundo de los ordenadores y también sabemos que nunca terminó de cuajar para el usuario común que lo veía complicado y poco práctico.

Sin embargo, con el tema de los smartphones podría ser diferente porque, a pesar de que el precio final del producto podría ser costoso, parece ofrecernos muchas más ventajas de las que nos ofrecen los terminales actuales e inclusive veríamos beneficios a largo plazo, como el aumento de su vida útil.

Parece claro que el primer objetivo de Google es lograr que las empresas desarrolladoras apuesten por la idea y compren la visión, de otra manera los analistas predicen que no tendrá éxito. Sin embargo, si funciona o no, lo sabremos pronto ya que Google anunció que Ara, el primer teléfono al estilo Lego, saldrá al mercado en enero de 2015 a un precio de 50 dólares el endoesqueleto.

Así que, ante esta revolucionaria idea, es normal sentirnos emocionados pero también escépticos. Aunque es increíble ver que se comienzan a trabajar en ideas como estas que involucran grandes innovaciones tecnológicas, las dudas son inevitables cuando pensamos en todo lo que implica desarrollar un proyecto como este y convertirlo en un producto funcional que todos se mueran por tener.

La cosa no va solo de móviles: En España se impulsa el Proyecto Click ARM, que busca lanzar al mercado la primera tablet modular a mediados de 2014… En otra entrega os hablaremos en detalle de esta propuesta. En todo caso, si Google logra materializar el proyecto y consigue vender los primeros terminales “Gray Phone”, no será el final del camino sino tan solo el comienzo de la revolución de los smartphones. Esperemos.

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