Internet, la cuna del ying y el yang. En Internet podemos conseguir cosas maravillosas como encontrar familiares, el amor, localizar a nuestro perro perdido, ganar dinero, dar a conocer nuestro arte, encontrar trabajo, etc. Pero también tiene un lado malo como los delitos telemáticos, y es que confiar en la buena fe de las personas es algo que ya debería escasear en nuestra cultura, al menos dentro de Internet.
Es fácil fingir quien no eres, es el mayor poder de las redes sociales, ya que dan la oportunidad de ser quien siempre hemos querido ser. Algo muy negativo y que se considera un trastorno mental, pero de eso hablaremos en otra ocasión. Ahora nos centraremos en las estafas online, y es que otro aspecto negativo de Internet es que pueden clonar webs para hacerte creer que estás entrando en la sección original cuando en realidad es un caso de phishing.
Identifica qué información has expuesto
Este paso es fundamental, ya que será lo que abra el resto de puertas. Por ejemplo, si has dado tu número de teléfono, tu dirección postal, datos privados como DNI, si has ofrecido datos bancarios, etc. Todos son datos muy sensibles, pero cuando se trata de estafas en Internet lo que más peligran son las cuentas bancarias y las contraseñas.
Es por esto que, te conviene saber qué información has dado. Cuando tengas eso claro, podrás actuar. De todas formas, si has sido víctima de una estafa online, te recomendamos que mejores la seguridad de tu correo electrónico y que cambies todas las contraseñas, aunque la estafa no tenga nada que ver con eso. Por si acaso.
Los casos más comunes son SMS donde supuestamente tienes que pagar unos gastos de envío o unas aduanas para recibir el paquete. Si no has pedido nada, ni se te ocurra hacer clic en el enlace. Otros casos comunes y que está ahora muy de moda es ese familiar que te habla por WhatsApp diciéndote que tiene problemas en la frontera y que necesita que le hagas una transferencia. Tampoco hagas caso porque es una estafa online.
El otro caso de estafa online más común son los correos de bancos. Lo más gracioso de todo es que envían a todos el mismo correo, y aparte de que puede que no sea tu entidad bancaria, también son correos genéricos y normalmente están llenos de faltas de ortografía.
Reacciona: cambia contraseñas y cancela cuentas bancarias
Una vez tengas clara la información que has regalado a los ciberdelincuentes, es cuando debes reaccionar y proceder a cambiar contraseñas, aseguras correos, y a activar la verificación en dos pasos en redes sociales, correos y otras aplicaciones.
Si te paras a pensarlo, si alguien entra con tu contraseña en tu correo verá información sobre tu trabajo, tu currículum, datos privados, facturas, comunicaciones con la asesoría, datos de Amazon como tu dirección, etc.
Si te paras a pensar ese delincuente ya sabe dónde trabajas, qué has comprado, dónde vives, cuánto cobras, y esa misma contraseña la probará en las redes sociales que vea en tu correo como Twitter, Instagram, Facebook, Tinder, LinkedIn, etc. Si accede a todas ellas ya sabrá absolutamente todo de ti, e incluso podría robarte esas cuentas y suplantar tu identidad.
Compras fraudulentas: Qué hacer si te estafan en una compra por Internet
Estafa en Internet: Denuncia
No nos referimos somo a que escribas un hilo en Twitter o pongas varios Stories en Instagram, sino que debes comunicar tu caso también a la empresa, para que sepan que han suplantado su identidad y muchos de sus clientes pueden verse afectados.
También es importante que acudas a tu banco, para dar de baja las cuentas, cancelar las tarjetas, comprobar los cargos, etc. Otra opción es que contactes con INCIBE a través de llamada telefónica al 017 o WhatsApp al 900 116 117, también por Telegram buscando el user: INCIBE017
Si la estafa online ha ido a mayores, como robo de identidad, difusión de información privada, amenazas, chantajes, rescates, etc. Sería conveniente que lo pusieras en conocimiento de las autoridades especializadas en delitos telemáticos.
Las 8 estafas más comunes de Airbnb: Timos más frecuentes
