No es ningún secreto que la autonomía de los smartphones actuales, pese a ser mejor de lo que eran, no es todo lo satisfactoria que a muchos de nosotros nos gustaría. Los que tenemos más edad, recordamos los primeros teléfonos móviles que duraban días y días sin que se tuvieran que cargar, algo que en los modelos actuales es inimaginable. Todo esto hasta que hemos conocido las baterías de sulfuro de litio.
Estas baterías prometen varios días de uso sin tener que pasar por la red eléctrica o autonomías de 1.000 kilómetros para los coches eléctricos, puesto que como todos sabemos las baterías es un campo donde se investiga mucho y donde hay avances muy esperanzadores.
Las baterías de sulfuro de litio son el futuro
Según la Universidad de Monash, este es un año clave para este tipo de baterías. Después de varios años en el laboratorio, este 2020 podría ser el año en el que se dé el paso adelante para que se incorporen a nuestro día a día, aunque para eso deben ser baterías que se puedan incorporar a las fábricas actuales.
Casos como las baterías de grafeno, que se sabe que son mucho más eficientes que las actuales de iones de litio (Li-On), no han llegado al gran público por su difícil adaptación a los sistemas de fabricación existentes hoy en día. Si tuviéramos que adaptar las fábricas a otro sistema, seria a largo plazo y demasiado costoso algo que, con la economía mundial en una situación de incertidumbre, seria complicado.
Pero parece que las baterías de sulfuro de litio (Li-S), tendrían mucho más fácil su adaptación al sistema actual de fabricación. No en vano se conoce que varias empresas de fabricación de baterías chinas y europeas, ya se han interesado por tener estas nuevas baterías en sus plantas. Además de estas empresas, organismos públicos han comenzado a dar subvenciones para la investigación en este campo.
¿Qué son exactamente estas baterías?
Las baterías de sulfuro de litio son baterías recargables con una densidad de energía alta. Estas baterías funcionan con los mismos materiales que las de iones de litio. Utilizando sulfuro de litio en el cátodo, consiguen aprovechar mejor las celdas, sobre todo después del proceso de fabricación que ha patentado la Universidad de Monash (PCT/AU 2019/051239).
Gracias a este nuevo sistema las baterías de sulfuro de litio aguantan mejor el estrés de sus componentes, mejorando considerablemente la durabilidad y capacidad de las baterías.
Este tipo de baterías son más ligeras que las actuales y se colocan por encima de las de ion de litio, tanto por densidad de energía, como por peso o por coste en la utilización de azufre.
Las baterías de sulfuro de litio ofrecen unas capacidades de energía mayores a las actuales, ya que si una batería Li-S ofrece una energía de 500 Wh, una similar de iones de litio se quedaría en 150-200 Wh.
La Universidad de Monash (que ya habría recibido 2,5 millones de euros entre subvenciones privadas y públicas) asegura que los teléfonos móviles actuales, si utilizaran baterías de sulfuro de litio, serían capaces de aguantar hasta 5 días sin necesidad de ponerlo a cargar. Si se aplicaran en los actuales coches eléctricos, significarían que su autonomía se situaría en unas 621 millas, es decir, 999,4 kilómetros.
Actualmente hay un rumor que dice que Huawei podría estar muy interesada en este tipo de baterías, pudiendo empezar a utilizarlas en un periodo pequeño de tiempo. Ojalá en un futuro, aunque compremos un móvil por menos de 200 euros, podamos tener una batería de este tipo.
El grupo Volkswagen, también podrían ser el primero en incorporar estas baterías en sus coches eléctricos, puesto que dicen que ya incluso las está probando en algunos de sus prototipos. Otros eléctricos de Tesla o Dyson, podrían pensarse seriamente esta posibilidad.
Ventajas y desventajas
Está claro que las baterías de sulfuro de litio tienen muchas más ventajas que inconvenientes.
Entre las ventajas encontramos una mayor capacidad de carga, lo que va a permitir una mayor autonomía para todos los usos que se le puedan dar, bien sean en smartphones, coches u otros aparatos que necesiten de una batería recargable para su funcionamiento.
Otra ventaja que engloba también la capacidad de carga es que conseguimos tener más potencia a nuestro servicio en el mismo espacio que ocupan las baterías actuales, lo que significará que ninguno de los aparatos que utilicen este tipo de carga deba variar el tamaño que tiene en la actualidad, porque tan solo sería sustituir una batería por otra.
Algo que hasta ahora ha sido un inconveniente, eran los ciclos de carga de estas baterías ya que sufrían mucho estrés al utilizarse, lo que provocaba que su vida útil se viese bastante reducida.
Pero decimos hasta ahora, porque según la Universidad de Monash (Australia), han conseguido realizar pruebas y declarar la patente de un nuevo sistema que reduce tal estrés, como os contábamos líneas más arriba, lo que les han permitido llegar a tener baterías que han conseguido más de 1,500 ciclos de carga.
El gran inconveniente de estas nuevas baterías es logístico, ya que, aunque muchas fábricas se están interesando por estas baterías, los sistemas actuales de fabricación tendrían que cambiar, lo que provocaría un tiempo y coste que pocas, por no decir ninguna, de las empresas dedicadas a la fábrica de baterías están demasiado interesadas en hacer.
Suponemos que más tarde o más temprano las baterías deben evolucionar hacia otras más potentes y duraderas, siendo las baterías de sulfuro de litio las que más cerca están de tal propósito, pero también es cierto que otro tipo de baterías (grafeno) que dependían de una importante inversión en remodelación de fabricación cayeron en el olvido por esta circunstancia.
Esperemos que las baterías de sulfuro de litio no corran esta suerte, para disfrutar de autonomías en nuestros dispositivos móviles de 5 días o más y en nuestros coches eléctricos de 1,000 kilómetros. Eso es algo que sí que empezaría a marcar que el futuro de las baterías ya se ha convertido en presente.
Enamorado de la tecnología, de toda la tecnología.