La tecnología se ha apoderado de nuestro día a día y hoy está presente en todas las actividades que hacemos: Desde que nos despertamos con la alarma del teléfono móvil y nos lavamos los dientes con nuestro cepillo eléctrico, pasando por el momento en que verificamos en la app del transporte público cuánto falta para que llegue el autobús que nos llevará a la oficina para trabajar en nuestro ordenador conectado a la Red.
Muchos aparatejos que hasta hace unos años atrás nos parecían propios de películas de ciencia-ficción han ido apareciendo en nuestras vidas a una velocidad difícil de prever, adueñándose de nuestras costumbres y haciendo que incluso olvidemos cómo era la vida antes de que existieran. ¿O es que acaso recuerdas cómo enviar un SMS? ¿Te sientes capaz de leer (y entender) un mapa de papel? Mejor ni hablemos de calentar la comida sin el microondas…
La ropa tampoco se salva del avance tecnológico, así que más pronto que tarde nos veremos vestidos con prendas conectadas a la Red: Las gafas y los relojes ya están adquiriendo la anhelada ‘inteligencia’ de nuestro tiempo, con los principales actores del mundo tech abocados a la causa de dotar nuestras miradas y nuestras muñecas de complementos para hacer más «fácil» nuestro día a día. O hacernos más dependientes de la tecnología…
Salud, deporte, ocio…
Ahora, si bien puede parecernos ‘futurista’ el tema de la ropa inteligente, no hay nada más alejado de la realidad: Hoy existen múltiples aplicaciones de estas prendas de vestir, solo que de momento su uso no está tan extendido como sucede con otro tipo de dispositivos que actualmente protagonizan nuestro día a día tech.
En el mundo del deporte, por ejemplo, existen prendas orientadas a monitorizar nuestro rendimiento e incluso miden signos vitales relacionados con el esfuerzo físico que realizamos durante una actividad deportiva, más allá del pulsómetro de toda la vida, con la intención de que practiquemos deporte de una forma totalmente segura.
Es el caso de «GOW» un sistema de entrenamiento basado en textiles inteligentes, integrado por una camiseta con dos sensores que recogen la información cardíaca para enviarla a una aplicación instalada en tu móvil, desde la cual puedes gestionar, además de tus signos vitales, tu evolución como deportista.
Quizá te resulta curioso conocer la existencia de prendas de vestir ‘tech’ para proteger nuestra salud de la propia tecnología…
A ver, que me explico: Mientras los científicos se ponen de acuerdo sobre los efectos que tienen para la salud las ondas electromagnéticas a las que estamos expuestos por la acción de los teléfonos móviles o las redes WiFi, hay quiénes no han dudado en usar la tecnología para crear ‘ropa anti-ondas‘, fabricada con un material metálico especial y cuya misión no es otra que protegernos de los aún desconocidos efectos de las ondas. Curioso, ¿no?
Los accesorios de vestir tech nos suenan más ‘normales’ en nuestros días: Desde las ya famosas Google Glass que aún no estamos muy claros de cuándo o para qué exactamente utilizaremos, pasando por guantes manos libres, cascos de moto controlados por voz y con realidad aumentada en la visera, hasta los cada vez más comunes relojes inteligentes que los fabricantes insisten en hacernos ‘necesitar’.
Los gigantes tech suben a la pasarela
La ropa inteligente aún tiene mucho por evolucionar. Y como en todo lo que tiene que ver con tecnología, del interés de los grandes fabricantes por explotar esta línea de negocio vendrá en gran medida su desarrollo.
Y es que si bien hay muchas iniciativas de particulares, incluso apoyadas gracias por la financiación en masa a través de plataformas como kickstarter, para que la investigación en materia de moda y tecnología avance es necesaria la inversión de grandes capitales.
Por suerte para los que esperamos ansiosos el momento de vestirnos de tecnología, ya hay ‘gigantes tech’ como Google y Samsung trabajando en ello: Los primeros con sus famosas gafas de realidad aumentada; los coreanos tanteando el terreno con el Galaxy Gear, un reloj que presentan como un accesorio del móvil para facilitarnos tareas que van desde hacer una fotografía hasta gestionar la lista de contactos.
De hecho en la edición 2013 de la Madrid Fashion Week, Samsung participó apoyando los proyectos interactivos de la canadiense Ying Gao: Vestidos que combinan movimiento e iluminación a través de sensores de voz o proximidad.
Allí anunciaron el «Samsung EGO Innovation Project» que premiará hasta con 10 mil euros las propuestas que combinen tecnología y moda. Una buena forma de dar sus pinitos en la pasarela.
Entonces, ¿cuánto falta para que la tecnología se apodere de nuestro armario? Antes de que seamos conscientes de ello, la vestiremos con normalidad.
Periodista | SerieAdicta | Hispanovenezolana
