Extrañas ‘reacciones alérgicas’ al WiFi llevaron a joven a quitarse la vida

Extrañas ‘reacciones alérgicas’ al WiFi llevaron a joven a quitarse la vida

Jenny Fry, una quinceañera estudiante de la escuela Chipping Norton de Oxfordshire, en el Reino Unido, tomó la decisión de quitarse la vida el pasado mes de junio al encontrarse desesperada por las múltiples reacciones alérgicas que –supuestamente- le ocasionaban las ondas del WiFi de su centro escolar.

La joven quinceañera Jenny Fry, quien fuese estudiante de la escuela Chipping Norton de Oxfordshire, en el Reino Unido, tomó la decisión de quitarse la vida el pasado mes de junio al encontrarse desesperada por las múltiples ‘reacciones alérgicas’ que –supuestamente- le ocasionaban las ondas del WiFi de su centro escolar.

Los padres de Jenny –según reportes- aseguran que sufría una rara y no muy conocida enfermedad llamada hipersensibilidad electromagnética (EHS, por sus siglas en inglés) desde noviembre de 2012, y que este extraño padecimiento no le hacía fácil la vida a su hija, pero que su sufrimiento se agudizaba al entrar en zonas donde el WiFi estuviese activo, es por esta razón que la familia había eliminado la conexión de Internet de su vivienda con la esperanza de aliviar el sufrimiento de la joven.

De igual manera, afirmaron a los medios que, pese a estar en conocimiento de que Fry padecía de este singular síndrome, las autoridades escolares no tomaron en consideración las solicitudes de sus padres, quienes manifiestan haber advertido que la exposición de su hija a este tipo de ondas le ocasionaba cansancio, dolores de cabeza y problemas en la vejiga, motivo por el cual, según comenta Debra -madre de la joven- cuando entraba en la escuela comenzaba su tormento.

Cuenta a su vez que, debido al malestar que sentía en ciertos lugares del centro de estudios, Jenny solía salir de sus clases buscando los lugares donde las que la señal WiFi no llegaran, puesto que allí era en donde podía trabajar con tranquilidad.

Si bien era cierto, según comentan sus padres, que su intolerancia ya era bastante elevada, reconocen que nunca sometieron a su hija a un examen médico para diagnosticar a ciencia cierta el origen de padecer, pero se mantienen convencidos de que fue su desesperación ante el sufrimiento causado por las ondas inalámbricas lo que le llevó a quitarse la vida.

“Intento hacer una campaña para advertir de los peligros del WiFi. No estoy en contra de la tecnología, pero siento que las escuelas deberían estar alertas de que algunos alumnos podrían ser sensibles y así reducir su uso”, manifestó la madre de Jenny, quien sigue lamentando su pérdida por el sufrimiento causado ante las ‘reacciones alérgicas’ al WiFi.

Periodista. Mezclo #tecnologia y ciencia que mejora la vida de las personas!

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