La policía británica se encuentra entrenando águilas con el fin de derribar drones no autorizados, ya que muchas personas han empleado estos dispositivos tecnológicos para tareas ilegales, lo que genera la siguiente pregunta ¿cuál será el futuro de los drones? Intentaremos visualizarlo, por lo menos, en materia de seguridad.
Estas poderosas herramientas que constan de un pequeño helicóptero no tripulado y una cámara, en algunos casos pequeñas unidades de carga, incluso, con capacidad para portar armas, son empleadas por ejércitos y gobiernos de todo el mundo, para la vigilancia y control de territorios hostiles y en guerra, así como en zonas de paz que son patrulladas.
Estos dispositivos son utilizados cada vez más ya que no supone un verdadero peligro para un ser vivo, por ello el futuro de los drones se prevé bastante comprometido.
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Sin embargo, recientemente se conoció que las fuerzas de seguridad británica tienen especial preocupación por los usos futuros de los drones, ya que actualmente delicuentes utilizan estas unidades para tareas ilegales y no autorizadas, razón por la que se encuentran entrenando un ejército de águilas para derribar las naves que no se encuentren autorizadas.
Además, las autoridades que se han planteado esta tarea han preparado una especie de armadura que será el escudo protector de estos animales para garantizar que no corran ningún peligro al ejecutar su tarea de “seguridad de Estado”.
Decidieron utilizar esta especie por las habilidades naturales conocidas para la caza y para atrapar objetos u otros seres en movimiento, con capacidades casi milimétricas, además de tener un sentido visual bastante agudo que le permite determinar a muchos metros su objetivo.
No siempre y no en cualquier lugar el legal volar un dron. En julio de 2015 fue aprobada en España una regulación provisional para este tipo de adminículos, y la legislatura trabaja en una resolución definitiva que permita ejercer un control total y real sobre este tipo de aeronave no tripulada, por lo que el futuro de los drones necesitará una serie de permisologías.
En dicha regulación se hace distinción entre dos tipos de equipo: los que van hasta los dos kilos y los que van de dos hasta 25 kilos, ya que al superar esta embergadura deben ser registrados como una aeronave más y por lo tanto son regulados por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, teniendo ya otras implicaciones como limitaciones en su plan de vuelo.
En el caso de que una empresa quiera emplear uno de estos dispositivos con un peso que supere los dos kilos debe, en primer lugar, garantizar que su conductor posea una acreditación para el manejo de drones, aunque oficialmente no exista un instituto o academia donde se ofrezca el entrenamiento necesario para la manipulación de estos equipos, entonces podríamos decir que en el futuro de los drones existirán escuelas dedicadas a formar “pilotos” de estas naves.
Por lo tanto la acreditación solicitada no es formal, se requiere alguna documentación donde consten las capacidades de una persona para manipular el objeto, hay algunas excepciones como en el caso de un piloto de avión, de helicóptero, ex oficiales de la aviación u otra persona con experiencia comprobada tienen permiso abierto para despegar.
Estas medidas buscan, en el futuro de los drones, controlar el exceso de dispositivos que son empleados para observación no autorizada que podría promover robos a gran escala, secuestros, atentados terroristas entre otros, así como micro tráfico de estupefacientes y robos en pequeños niveles.
Periodista, amante de las redes sociales y de la tecnología, dad´s since 2015.
