Evitar mareos en coches autonomos

¿Cómo evitamos mareos en coches autónomos?

Los coches autónomos son un gran invento. Y si bien aún no están completamente desarrollados, parecen ser el futuro de la automoción. No obstante, su uso podría agudizar algunos problemas como la cinetosis, un trastorno que se produce en el organismo a causa del movimiento. ¿Cómo podríamos evitar mareos en coches autónomos? Pues este inconveniente podría solventarse gracias […]

Los coches autónomos son un gran invento. Y si bien aún no están completamente desarrollados, parecen ser el futuro de la automoción. No obstante, su uso podría agudizar algunos problemas como la cinetosis, un trastorno que se produce en el organismo a causa del movimiento. ¿Cómo podríamos evitar mareos en coches autónomos? Pues este inconveniente podría solventarse gracias al desarrollo de un nuevo wearable. Según el portal Wareable.com, los investigadores de la Universidad de Michigan han creado un sistema que ayudará a los usuarios de coches autónomos a evitar los mareos causados por el movimiento.

¿Cómo funciona?

Esta solución funciona coordinando unas luces para que coincidan con el movimiento y la velocidad del vehículo autónomo. De esta manera combatirá las náuseas al hacer que el cerebro del usuario permanezca sincronizado con los ojos, incluso cuando estos estén fijos.

La patente de este sistema indica que el wearable sería capaz de imitar el movimiento lateral, el movimiento vertical, la velocidad, la aceleración, el índice de guiñada, la velocidad de balanceo y la velocidad de paso del vehículo. Lo que quiere decir que tanto las luces como otros estímulos visuales serían similares a mirar por la ventana para evitar la enfermedad.

Si por ejemplo estuvieras leyendo un libro o viendo el móvil durante el viaje, entonces ¿Cómo podríamos evitar mareos en coches autónomos? El sistema de luces anularía los efectos habituales. Claro que por ahora la patente no muestra muchos detalles sobre cómo funcionarían exactamente las luces. Sin embargo, podemos suponer que estas reflejarían sutilmente la dirección en la que el coche estaría viajando para así mantener los ojos y cerebro bajo control.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que por los momentos esto no parece ser un problema demasiado urgente de solucionar. Y es que los coches completamente autónomos aún están muy lejos de pasearse por las calles del mundo. Sin embargo, una vez que esto suceda el concepto podría aplicarse.

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