Cajas negras de avión: Lo que debes saber de estos testigos a toda prueba

Copilado de datos interesantísimos acerca de estos dispositivos, técnicamente denominados Cockpit Voice Recorder (CVR) y Flight Data Recorder (FDR). Especificaciones y tecnologías, entre otros apuntes.

Hasta para los más inexpertos en la materia, al momento de presentarse un incidente de avión –a niveles desastrosos- lo primero a lo que hacen referencia es las “cajas negras”, por cuanto es sabido que en ellas yace información valiosa con la que se puede llegar a dar con las causas del infortunio.

Y es que como técnicamente se denominan, Cockpit Voice Recorder (CVR) y Flight Data Recorder (FDR), estos terminales capaces de soportar los más intensos impactos exteriores, han sido desarrollados, en el caso del primero, para grabar las conversaciones de la tripulación y ruidos en la cabina, así como alarmas y comunicaciones con la torre de control durante las dos últimas horas de vuelo; mientras que el segundo, registra los parámetros técnicos durante las últimas 25 horas de trayecto.

En lo que concierne a sus especificaciones, vale mencionar que CVR y FDR cuentan con una recubierta de armadura de acero con aislante térmico; disponen de un tamaño similar al de una caja de zapatos, peso de alrededor de 4,5 kg, son de color rojo o naranja y han sido dotadas con bandas reflectantes. Además, incorporan una pequeña baliza que emite una señal de radio hasta 90 días -antes de quedarse sin batería- que puede captarse con un radar hasta dos kilómetros por encima del nivel del mar.

Acerca de los métodos para almacenar los datos, ‘las cajas negras’ pueden disponer de memoria electrónica (como si se tratara de una tarjetas Flash SDD) o la tecnología de la banda magnética (ya en vías de extinción).

Apuntes interesantes acerca de las cajas negras

Estos dispositivos que comenzaron a utilizarse en 1958, son colocados en la cola del avión, ya que es el punto que –estadísticamente- resiste mejor a un funesto. Además, si la aeronave se incendia, las ‘cajas’ suelen volverse negras al ser expuestas al fuego. Resisten una temperatura de 1.100°C durante una hora y pueden aguantar un mes sumergidas a 6.000 metros de profundidad.

Es menester indicar que sumado al hecho de que estos terminales contribuyen a esclarecer las causas de un incidente aéreo, los datos extraídos de ellos también fungen como herramientas para renovar modelos de seguridad y con ello impedir que se suscite otro evento similar.

Equipo de redacción de GizTab

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